TELEFONÍA MÓVIL: EL MOTOR DE LA COMPETENCIA EN TELECOMUNICACIONES

Por Pablo T. Spiller

Exclusivo para El Cronista Comercial

Con gran fanfarra hace casi un año el gobierno anunció la total desregulación del mercado de las telecomunicaciones. Unos meses mas tarde, y después de grandes idas y venidas, Sse emitieron sendos decretos desreguladores, los cuales introdujeronimponían condiciones a los operadores incumbentes en cuanto a en cuanto a interconexión, desagregación de redes, servicio universal, y demás que afectan fundamentalmente a los operadores incumbentes. El GobiernoSecretario de Comunicaciones anunció previó la entrada la entrada prevista de cinco mil millones de dólares en inversiones en el sector y de un gran dinamismo. Desde entonces, sin embargo, el impacto de la desregulación parece haber defraudado a los mas optimistas. El efecto desregulador se ha sentido claramente en el segmento de las en llamadas internacionales y en cierta medida en el servicio a grandes usuarios. Los nuevos operadores internacionales, como AT&T y otros, han comenzado a demandar que la Secretaría de Comunicaciones emita nuevos decretos imponiendo más condiciones aún a los operadores locales tradicionalesincumbentes. Estas demandas son predecibles, pero lamentablemente aparte de mejorar las posicióones de mercado de los nuevos entrantes, para la sociedad en su conjunto no agregan valor para la sociedad en su conjunto al no aumentar en forma importante llevarán a que se de un nivel mayor el nivel de competencia, y al limitar, por el otro lado, los incentivos a la inversión. Si bien Lo único que se logrará, es que en aquellos mercados en los que los nuevos entrantes AT&T y Co. están interesados en operar (v.g. grandes usuarios, zonas de altísima densidad), estos obtendríangan mejores condiciones y ganancias,. Pero para la sociedad en su conjunto, una mayor exigencia en las condiciones de interconexión a mayor profundización en la regulación de los operadores locales tradicionalesincumbentes es un esfuerzo sin mayores retornos. No solo que lNo solo que los operadores locales sólo aceptarán dichas condiciones limitando aún más la competencia en las otras áreas - por lo que se podría dar la ridícula situación en que los usuarios de zonas de baja densidad subsidien a los grandes usuarios -, sino que como discuto enseguida, mayores imposiciones tendrán efectos mínimos en la competencia local. Por lo tanto sino que el esfuerzo regulatorio en la búsqueda de la competencia tiene que ir debe ir por otro lado.

En los EEUU la competencia local se abrió en 1996. A pesar de los innumerables requerimientos de interconexión y desagregación de redes y servicios, excepto en zonas de alta densidad, la entrada de nuevos operadores de redes alámbricas fijas a competir con los operadores incumbentes, ha sido baja. Simplemente, la competencia actual no viene por ahí. Y hay buenas razones para que así sea. Nuevos operadores de telefonía fija alámbricos tienen que invertir activos específicos, los cuales no son fácilmente movibles a otras actividades. Por lo tanto, guerras de precios no predecidas o dificultades inesperadasmayores en atraer clientes pueden llevar al nuevo operador a que no pueda recuperar sus inversiones. Por ende, nuevos operadores entrarán solamente cuando el incumbente esté cobrando mucho, u otorgando poco o muy mal servicio, y esto si la demanda está dispuesta a pagar. Si bien la desagregación del bucle de abonado y demás componentes de la red del operador incumbente, puede ser útil para facilitar la entrada, loa facilita precisamente en donde no es tan necesario: en zonas de alta densidad poblacional. En zonas de baja densidad, el nuevo entrante no podrá forzar al incumbente a invertir en zonas sin servicio para desagregarle el bucle. Por lo tanto, la desagregación no cumple la función que sus proponentes sostienen. Sin embargo, en los países en los que la desregulación se implementó en forma fue efectiva, como Chile o El Salvador, la competencia se ha dado, pero fundamentalmente se dió a través de los servicios dea tecnología inalámbrica. En el cuadro que se adjunta se presenta el número de usuarios inalámbricos, el número de líneas telefónicas fijas y la proporción de inalámbricos a fijos para los cuatro países mencionados.

Usuarios Inalambricos (millones)

(1)

Lineas Fijas (millones)

(2)

(1)/(2)

Chile

3.40

3.30

103%

El Salvador

0.35

0.47

75%

Argentina

4.50

8.00

56%

EEUU

86

240

36%

Nota: Datos al final del 2000 excepto para El Salvador, final del 1999.

Como se puede observar, en Chile el número de aparatos inalámbricos ya ha superado el número de líneas fijas, resultado que se observará para este año en El Salvador. En Argentina y los EEUU, sin embargo, si bien la tendencia es creciente en la penetración inalámbrica en relación a la fija, el ritmo de crecimiento es menor. Dos Tres aspectos fundamentales operan aquí. Primero, hasta muy recientemente, tanto en la Argentina como en los EEUU el nivel de competencia inalámbrica era limitadoa por la regulación. En la Argentina, recién con la entrada de CTI en la Capital Federal, y en los EEUU con la introducción de la flexibilidad en el uso del espectro que acompañó a las licitaciones de PCS, se rompió el tradicional duopolio de los celulares, por lo que en la gran mayoría de los centros poblacionales importantes ahora hay más de tres operadores inalámbricos. En comparación, en Chile hay cinco compañías inalámbricas operando en la casi totalidadayoría del territorio. Sóolo en los últimos dos años, el 70% de la población de los EEUU tiene un nivel de competencia inalámbrica similar al Chileno. En El Salvador, la entrada de nuevos operadores ha hecho que sólo en el año 1999 el número de usuarios inalámbricos aumente en más de un 500%.

Segundo, Chile y El Salvador, a diferencia de los EEUU y Argentina, requieren que tanto los operadores fijos como móviles otorguen el servicio de multicarrier para llamadas de larga distancia. El requerimiento del servicio multicarrier móvil representa un cambio regulatorio fundamental para aumentar la competencia a nivel inalámbrico, y por ende la competencia entre operadores móviles y fijos. La implementación del multicarrier móvil en la Argentina - lo cual crearía a su vez simetría regulatoria entre operadores móviles y fijos - bajará drásticamente los costos del uso del servicio inalámbrico, y por ende su penetración y la competencia con el servicio de telefonía fijo.

 

Por último, ambos países consideran a los operadores de telefonía móviles esencialmente similares a operadores de telefonía fija local por lo que los requerimientos regulatorios de interconexión son similares. La normativa Argentina en principio tampoco diferencia a operadores por tipo de servicio. Es en este respecto que llama la atención los cargos de interconexión tan elevados que los operadores móviles han fijado para llamadas de CPP tanto desde redes fijas o móviles. Estos cargos, limitan fuertemente la competencia. Es por ende prioritario que se examine si dichos cargos se ajustan a la normativa actual.

El énfasis de la política de telecomunicaciones debe ponerse en aumentar la competencia en el segmento inalámbrico. No solamente es en ese segmentoahí donde se estáa dando la gran revolución tecnológica, sino que será la forma máas efectiva de introducirimponer mayor competencia en los segmentoslos operadores de telefonía fijos, tanto para servicio local y como de larga distancia. E Un cambio regulatorio fundamental para aumentar la competencia a nivel inalámbrico, y por ende la competencia entre operadores móviles y fijos, es que tanto el servicio de multicarrier como la presuscripción a operadores de larga distancia sea impuesta a su vez a los operadores móviles, como es el caso en Chile. La introducción del multicarrier móvil bajará drásticamente los costos del uso del servicio inalámbrico, y por ende su penetración y la competencia con el servicio de telefonía fijo. En momentos en que es fundamental hacer que el país se vuelva mas competitivo a nivel mundial, es necesario poner el énfasis regulatorio en bajar aquellas barreras artificiales a la competencia que son reales y no las ficticias.

El Dr. Pablo T. Spiller es Jefe del Grupo de Negocios y Política Pública de la Universidad de California, Berkeley, y Director de LECG LLC.